miércoles, 31 de agosto de 2011

HASTA 12

1.




Uno,
dos,
tres,
cuatro.

Explícitos
inimaginados
dolorosos.

Uno,
dos,
tres,
cuatro.

Multiplicados por diez,
divididos entre seis.

Uno,
dos,
tres,
cuatro.

Simultaneándose,
a caballo,
animales.

Uno,
dos,
tres,
cuatro.

Ojos tristes,
grises,
reflejados en la mesa,
en el cristal,
en la eternidad.

Uno,
dos,
tres,
cuatro.

Uniforme,
manos,
silencio,
pesadillas,
luna.

Uno,
dos,
tres,
cuatro.

Casi cuatro mil.

Y uno,
y dos,
y tres
y cuatro.

Y nadie me mecía
y nadie me abrazaba.

Llegó un momento en que seguí contando,
pero lo olvidé.












2.




Vuelve a no haber nadie,
vuelvo a tener dificultad para vomitar,
vuelve a dolerme el cuerpo.

De nuevo enloquece la báscula
quizá sólo para hacerme compañía.

No quiero tu complacencia,
ni sus tijeretazos.

Quiero que me metas los dedos en la boca,
que llegues hasta el fondo de mi estómago
y me arranques el alma.

Sí,
yo la tengo ahí,
me la dejaron ahí,
me la coloqué ahí.




3.

Las vísceras,
el corazón,
el alma,
la tierra,
otra vez el alma.

Y tus nichos,
esos que cada noche cambian de sitio,
de rumbo,
de aroma.



4.





Elipsis,
suspensión,
síntesis,
sinonimia,
paráfrasis,
conversión,
complexión,
paradiástole,
silepsis,
símil,
concesión,
prosopopeya,
sentencia,
sinestesia,



tú...




5.

Encogida,
con la frente arrugada,
el corazón duro,
las manos tensas,
los dedos artríticos.

Inmóvil,
la mandíbula apretada,
muy apretada...

Respiro despacito,
tengo frío,
no quiero mover las piernas,
apenas ladeo la cabeza,
sólo muevo los ojos.

La angustia instalada en la base del estómago,
y en el pecho,
haciendo fuerza,
haciendo daño.

Le pido que salga,
busco las maneras,
me quedo sola,
miento,
me siento culpable,
tan culpable hoy...








6.

Caminando
despacio,
a oscuras,
en línea recta,
la cabeza gacha.

Su peso oprimiéndome,
Su olor tatuado.

Sigo caminando,
caminando,
y me persigue la culpa
de mis manos quietas,
caídas,
paradas.

La soledad
y la pérdida.

Y en el camino apareció el otro,
el ogro,
la bestia,
el lobo feroz.

Me asusto,
aúllo,
grito dolor.

Arriba,
se cimbrea,
me hace daño,
huele mal,
el pelo
huele mal.

La ducha es mala,
el coche es malo,
la vida es mala,
los hombres son malos...




7.




Arriba,
a oscuras,
cerrando los ojos,
esperando a oscuras,
escribiendo a oscuras,
llorando a oscuras,
pariéndote a oscuras.

Así estoy,
resucitándome a capítulos,
por entregas.




8.

A esperar la normalidad,
a cercenar los delirios,
a amputar los deseos,
a quemar imágenes,
a estrangular la imaginación.

A volver a respirar despacito,
a poquitos,
con pausa.

No va a haber aire,
no hay aire,
no existe el aire,
se acabó el aire.

 



9.




Voy a llorar arena,
también es salada
y tarda más en escurrírseme entre los dedos
.






10.

Sucede que a veces buscas los reflejos de los otros para colocártelos en tu espejo,
y te miras,
incluso te reconoces.

Y es más fácil verse así,
sin fisuras propias,
redonda,
con tus miserias pulidas en ojos ajenos,
que por mucho que te empeñes no son los tuyos.

Y ahí deviene la vergüenza,
el reconocerte en la inutilidad cósmica,
puta globalización...




11.

El secreto,
la mentira,
la boca,
los muslos,
el pelo,
el olvido,
el no saber,
el hacer,
y el no hacer.




12.

Volando,
andando,

subiendo,
bajando.

Todo perfecto,
inmaculado.

Que nadie te diga,
que nadie te mire.

No demuestres...


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