miércoles, 21 de noviembre de 2012


Imagen


Tengo aquí el martillo,

a la derecha de Dios Padre,
 
encima de un montón de cuentos,

cerca del gato,

haciéndole compañía a mis perfumes,

invocando a la ropa sin planchar,

hermanándose con las tijeras,

intentando acallar la larga lengua del celofán,

lamiéndome la mirada.

1 comentario:

  1. Y yo guardo un jardín mustio
    para otra primavera y un tesoro
    escondido para celebrar tu santo
    y una muñeca de trapo y un sueño
    incumplible que quizás sea mentira.
    Yo guardo entre mis pinos
    una salamandra de sol que se mueve,
    una buganvilla amatista
    que sigue pariendo florecitas frágiles
    y un rosario de besos
    por si alguna vez
    alguien los colecta.

    ¿Te he dicho alguna vez que, a saber por qué motivos, me impactas!

    ¡Joder, qué debilidad esta mía!

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