sábado, 15 de octubre de 2011



Sin equilibrio,
con viento,
pendulando
con los huesos al borde del quiebro.

Sin cuencas
en los ojos rotos.

Y con un deseo horrible
de dejarme caer.

He renunciado a la red
como un  fingido acto voluntario
valiente.
Pero no había red.

Borracha
sigo caminando.

La cuerda floja,
la cuerda floja
la boca floja
la calma floja
la risa floja
las piernas flojas.

La vida floja.
 

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